Hace unos 2700 años los fenicios se asentaron en el sur de España e introdujeron el cultivo de aceitunas para hacer aceite de oliva. Una de las ciudades que fundaron fue “Baria”.
Ya durante el imperio Romano, el sur de España era un gran exportador de aceite de oliva que llegaba hasta Roma en ánforas por vía marítima.
Sobre esta cultura ancestral se asienta el cultivo de olivos en el sur de España.
Aunque hoy en día la tecnología proporciona notables avances, los dueños de la marca Baria han querido respetar la esencia original de esta cultura creando un producto y una marca que representan valores como “autenticidad” y “natural”.